“Through the looking
glass,
and what Alice found
there"
Lewis Carroll
(1871)
El centro libre de
manzana aparece como el coto de caza de Susana Marenco.
El contrafrente, como
hecho constructivo, es transformado en la estructura sustentante de los
distintos escenarios donde se representan, sin repetición, cada uno de los
dramas humanos.
Desde su intimidad
espía a los vecinos gritando “El voyeurismo no es pecado” pudiendo de esta
manera representar y expresarse sin culpa, con el permiso de los que
disfrutamos de su cacería incruenta. Nuestra presencia en la muestra nos hace
cómplices y la autoriza a seguir su trabajo.
En cada ventana hay
una historia. La arquitectura, ordenada por la línea de frente interno, se
transforma en la escenografía elegida para enmarcar el drama, la alegría, la
confidencia, los secretos de los otros.
Si la fachada es lo que
se exhibe, el contrafrente es lo que se oculta. En ese mundo de atrás es adonde
decide meterse. Es la dimensión de lo espontáneo, donde aparece lo que no fue
montado para mostrar. El artista encontró la manera de acceder al mundo privado
esquivando los guardias invisibles. Descubrió el sendero oculto y desprotegido.
Ella sabe que espiar a
los otros es bucear en uno mismo. Entender sus actitudes es entender las
nuestras. Al fondo del catalejo, termina habiendo un espejo.