Un lugar para la reflexión, donde practicamos la fantasía de lanzar botellas al mar y pensar en voz alta.

martes, 5 de junio de 2018

ESCUELA NORMAL N° 6 “VICENTE LÓPEZ Y PLANES”


Güemes 3859
Arq. Carlos Altgelt
1913

Esta escuela fue creada, con el nombre de Escuela Normal de Maestras N° 6, como anexo a la Escuela Normal N° 1 de Profesoras de la Capital durante la Presidencia del Dr. José Figueroa Alcorta, por Decreto del 21 de mayo de 1909, comenzando a funcionar ocupando dos casas particulares (una de ellas de la familia Molina Campos) situadas en la calle Lavalle 1693 y 1695, desde 1909 hasta 1912. Las clases se iniciaron el 11 de junio de 1909.
El nuevo y actual edificio fue construido especialmente para esta institución, inaugurándose en el año 1913 y contando, en ese entonces, solamente con la planta baja y el primer piso. En 1928 se construyó el segundo piso.
Dentro de un terreno de 35,52m de frente con 79,11m de fondo, el edificio tiene una pisada en forma de peine que contiene tres patios apoyados sobre el muro lindero sudoriental. Sobre el muro lindero opuesto se recuesta la circulación principal que cose todos los dientes.
La fachada, con formas de ascendencia germana, es de un claro estilo “gótico brandeburgués”, como le gustaba llamarlo a su autor. Éste atacaba la importación de todo lo francés y proponía una arquitectura que –a su juicio– era más propia de nuestra tierra, especialmente por sus ladrillos rojizos vistos. Una elección a tono con las influencias recibidas durante sus estudios en la Alemania unificada de principios del siglo XX. Puertas de madera maciza con herrajes de hierro. Sillería de ladrillo a la vista, de fabricación local, con junta levemente tomada. Dibujos y relieves de la mampostería que generan sombras para acentuar el efecto dramático de la fachada. Arcos rebajados para las aberturas. Puerta principal descentrada remarcada con elementos como balcón saliente con ménsulas, rosetón central y elementos con marcada verticalidad, característica del gótico, que jerarquizan el acceso. Apoyada sobre el muro lindero sudoriental, hay una puerta lateral secundaria acompañada de una saliente superior de menor tamaño que la principal. Ventanas altas con cortinas de enrollar, hojas de abrir con vidrio repartido y banderolas para asegurar una buena ventilación de los locales.
La mansarda oculta en su interior un laboratorio y un aula de física y química con tribuna peraltada. El edificio ha demostrado tener capacidad para adaptarse con dignidad a las adaptaciones requeridas por las nuevas necesidades pedagógicas.

domingo, 20 de mayo de 2018

BASILICA DEL ESPIRITU SANTO IGLESIA DE GUADALUPE


Paraguay 3901
Arq. Juan Beckert SVD
1907

La Basílica del Espíritu Santo fue proyectada y dirigida por el sacerdote y arquitecto alemán Juan Beckert a pedido de su superior y fundador de la orden del Verbo Divino, el holandés, hoy santo, Arnoldo Jansenn, quien había intuido que "Buenos Aires algún día sería una gran ciudad, y que debía contar con un templo que estuviera a su nivel". La ubicación del edificio es privilegiada y estratégica. Allí confluyen seis calles y de esta manera, es posible reconocerlo desde distintas perspectivas. El proyectista recurrió al estilo otoniano (s X-XI), predecesor del románico, para resolver una planta con forma de cruz latina, con nave central, dos laterales y transepto. Es característico de este estilo el uso de la planta basilical romana y tres ábsides. Hay galerías o tribunas con profusión de arcos de medio punto, así como alternancia en los soportes (pilares y columnas) según el modelo renano. Sobre la galería las lumbreras permiten la iluminación interior. Hay una evocación a las construcciones del pueblo de Steyn, donde nació la congregación.
El templo desde el exterior expresa con claridad la organización interior. Sobre el crucero hay una linterna ornamental, que coincide, en el interior, con un orificio que debería dejar pasar la luz natural. Los vitrales provocan una explosión de luz.
Tiene tres accesos, el principal ocurre por la esquina, aprovechando la vereda como atrio, para lograr un máximo aprovechamiento de la parcela. Cuatro escalones elevan la iglesia para darle jerarquía. Una pequeña porción de atrio, bajo el portal abocinado con su correspondiente tímpano, precede al reducido nártex, espacio de transición que prepara el clima interior de gran dramatismo, creado gracias a la escenografía adecuada y a los contrates de luz y sombra.
Las dos torres que flanquean el acceso principal nacen con una planta hexagonal que al sobrepasar la cubierta, mediante el hábil uso de gabletes, logra la transición a la planta circular de los campanarios, formados por una sucesión de columnitas esbeltas, que culminan en chapiteles de color azul que apuntan al cielo. Estas torres dominan el conjunto, con su altura que las hace visibles a la distancia. Dos de las caras hexagonales de cada una de ellas, sostienen esferas de reloj con números romanos, llegando a un total de cuatro.