Un lugar para la reflexión, donde practicamos la fantasía de lanzar botellas al mar y pensar en voz alta.

RECORTES


Dis-moi, puisque tu es si sensible aux effets de l’architecture, N’as-tu pas observé, en te promenant dans cette ville, Que d’entre les édifices, dont elle est peuplé, les uns sont muets, les autes parlent et d’autres enfin, qui sont les plus rares, chantent..

Paul Valéry


(Dime, pues tú que eres tan sensible a los efectos de la arquitectura, en tus paseos por esta ciudad, que entre los edificios que la pueblan, unos son mudos, otros hablan y otros en fin, que son los más raros, cantan.)




Tantas palabras escritas desde el principio, tantos rasgos, tantas señales, tantas pinturas, tanta necesidad de explicar y entender y al mismo tiempo tanta dificultad, porque aún no acabamos de explicar y aún no conseguimos entender.

José Saramago


Meditación del marco


         Viven los cuadros alojados en los marcos. Esa asociación de marco y cuadro no es accidental. El uno necesita del otro. Un cuadro sin marco tiene el aire de un hombre expoliado y al desnudo. Su contenido parece derramarse por los cuatro lados del lienzo y deshacerse en la atmósfera. Viceversa, el marco postula constantemente un cuadro para su interior hasta el punto de que, cuando le falta, tiende en convertirse en cuadro cuanto se ve a su través.
         El marco no atrae sobre sí la mirada. La prueba es sencilla. Repase cada cual sus recuerdos de los cuadros que mejor conoce, y advertirá que no se acuerda de los marcos donde viven alojados. No solemos ver un marco más que cuando lo vemos sin cuadro en la casa del ebanista; esto es, cuando el marco no ejerce su función, cuando es un marco cesante.

José Ortega y Gasset