Un lugar para la reflexión, donde practicamos la fantasía de lanzar botellas al mar y pensar en voz alta.

domingo, 2 de marzo de 2014

FACHADAS, CARAS Y CARETAS

Las fiestas carnestolendas nos invitan a reflexionar sobre esa costumbre tan antigua que tiene la humanidad de cubrirse el rostro, cambiando su aspecto por cuatro días.
Apenas lo digo me quedo pensando y me pregunto: ¿Sólo cuatro días? ¿No es cotidiana la navegación que hacemos entre la realidad y la ficción de los mil rostros? ¿Cuál es el verdadero, si es que hay alguno que nos representa?
Dicen que en la niñez tenemos la cara con que nacemos y en la adultez tenemos la que hicimos. (La máscara elegida).
La cultura, por definición, es la transformación, de la naturaleza, por parte del hombre.
Si entendemos que la fachada de un edificio es la cara que queremos mostrar, la metáfora vale.
Allí está todo dicho solo hay que saber descifrarlo. Vivimos buscando símbolos para comprender el sentido de las cosas.
¿Cómo se han combinado las palabras para expresar el texto buscado?
La fachada, oculta, revela, disimula, insinúa o resalta.
            En los casos más grotescos es fácil descubrir el piolín que delata la presencia de la máscara. Éste nos indica la presencia de una escenografía levantada para ser consumida, sin digestión, por la masa distraída de viandantes. Se trata de un relato elaborado para ocultar lo inexplicable.

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