Güemes
3859
Arq. Carlos
Altgelt
1913
Esta escuela
fue creada, con el nombre de Escuela Normal de Maestras N° 6, como anexo a la
Escuela Normal N° 1 de Profesoras de la Capital durante la Presidencia del Dr.
José Figueroa Alcorta, por Decreto del 21 de mayo de 1909, comenzando a
funcionar ocupando dos casas particulares (una de ellas de la familia Molina
Campos) situadas en la calle Lavalle 1693 y 1695, desde 1909 hasta 1912. Las
clases se iniciaron el 11 de junio de 1909.
El nuevo y
actual edificio fue construido especialmente para esta institución, inaugurándose
en el año 1913 y contando, en ese entonces, solamente con la planta baja y el primer
piso. En 1928 se construyó el segundo piso.
Dentro de
un terreno de 35,52m de frente con 79,11m de fondo, el edificio tiene una
pisada en forma de peine que contiene tres patios apoyados sobre el muro
lindero sudoriental. Sobre el muro lindero opuesto se recuesta la circulación
principal que cose todos los dientes.
La fachada,
con formas de ascendencia germana, es de un claro estilo “gótico brandeburgués”,
como le gustaba llamarlo a su autor. Éste atacaba la importación de todo lo
francés y proponía una arquitectura que –a su juicio– era más propia de nuestra
tierra, especialmente por sus ladrillos rojizos vistos. Una elección a tono con
las influencias recibidas durante sus estudios en la Alemania unificada de
principios del siglo XX. Puertas de madera maciza con herrajes de hierro.
Sillería de ladrillo a la vista, de fabricación local, con junta levemente
tomada. Dibujos y relieves de la mampostería que generan sombras para acentuar
el efecto dramático de la fachada. Arcos rebajados para las aberturas. Puerta
principal descentrada remarcada con elementos como balcón saliente con
ménsulas, rosetón central y elementos con marcada verticalidad, característica
del gótico, que jerarquizan el acceso. Apoyada sobre el muro lindero sudoriental,
hay una puerta lateral secundaria acompañada de una saliente superior de menor
tamaño que la principal. Ventanas altas con cortinas de enrollar, hojas de
abrir con vidrio repartido y banderolas para asegurar una buena ventilación de
los locales.
La
mansarda oculta en su interior un laboratorio y un aula de física y química con
tribuna peraltada. El edificio ha demostrado tener capacidad para adaptarse con
dignidad a las adaptaciones requeridas por las nuevas necesidades pedagógicas.