“…Al fin he descubierto
la recóndita clave de mis años,
…la letra que faltaba, la perfecta
forma que supo Dios desde el principio.
En el espejo de esta noche alcanzo
mi insospechado rostro eterno. El círculo
se va a cerrar. Yo aguardo que así sea.”
Jorge Luis Borges Poema conjetural (1943)
La lluvia de cenizas que cubrió Buenos Aires en el año 2011, fue un fenómeno que quedó representado en millones de fotografías digitales, sacadas especialmente con teléfonos celulares. En 1932 sucedió lo mismo, solo que el hecho quedó expresado en el que quizá fue el único testimonio artístico de ese evento: Un óleo de Quinquela Martín. Este cuadro estuvo colgado durante años en la casa de Azcuénaga 1129 que habitaba el Dr. Moisés Benarós, que tenía su consultorio entrando por el número 1145 de la misma calle, a escasos metros de la Avenida Santa Fe.

Esta casa de estilo florentino, desarrollada en dos plantas, fue construida en 1919, cuando terminaba la Primera Gran Guerra.
Después de muchos años de fallecida Emilia, el destino quiso que me mudara a pocas cuadras de este edificio notable que miraba intrigado y que secretamente reunió los hechos, a manera de hilos que se fueron mezclando, para tejer esta trama sin fin.
Muy lindo tu relato! me enacanto!!
ResponderEliminarBuenaasss! linda nota!! voy a ir leyendo todas despacito. Felicitaciones!
ResponderEliminarGracias. Me alegro te haya gustado.
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