Av. Santa
Fe 3951
Jordán Czeslaw
Wysocki
1881
El Jardín Botánico de la Ciudad de Buenos Aires fue inaugurado
el 7 de septiembre de 1898. Entre sus atractivos se
encuentra el invernáculo de treinta y cinco metros de largo por ocho de ancho,
estilo art Nouveau, comprado a Francia y premiado
en la Exposición Internacional de París de 1889. También goza de importancia la
columna meteorológica donada por la comunidad austro-húngara con motivo del
centenario de la Revolución de Mayo. Cuenta, además, con importantes obras
escultóricas dentro de sus casi ocho hectáreas, que colaboran a crear este
lugar apacible y placentero, increíblemente diseñado por el arquitecto y
paisajista Carlos Thays, que vivió aquí con su familia, desde 1892 hasta 1898,
como director de la Institución.
La casa que habitó es la que había sido proyectada, a pedido del
presidente Sarmiento, por el Ingeniero militar de origen polaco nacionalizado
argentino, Jordán Wysocki, durante el año 1881, para ser sede del Departamento
Nacional de Agricultura. Fue restaurada en el año 2007, para que continuara funcionando
allí, hasta hoy, la administración del Jardín Botánico, respetando el diseño
original.
El edificio proyectado con sótano, planta baja y planta alta se
inscribe dentro de una planta rectangular de diecinueve metros y medio por once
metros y medio, con cuatro torres octogonales en sus ángulos. En una de ellas
(la septentrional) se aloja una escalera helicoidal que, girando en sentido
antihorario, va uniendo los diferentes niveles. Las dos torres del SO (fachada
de la Av. Santa Fe) culminaban en sendas cúpulas, probablemente metálicas con
aguja superior, según exhibe el plano original.
En la planta baja había seis amplias salas y en el piso alto,
cuatro habitaciones comunicadas entre sí.
Salvo dos muros divisores interiores de treinta, el resto de la
mampostería de ladrillos es portante, con cuarenta y cinco centímetros de
espesor en la PB y treinta en la PA, permitiendo luces de apoyo, para el
entrepiso, que no superan los cinco metros. La altura total del edificio es de doce
metros con cincuenta centímetros.
La envolvente contínua, prolijamente ejecutada con un aparejo belga de ladrillos rojos con junta enrasada blanca, se desenvuelve en todo el perímetro
creando relieves variados como cornisas, guardapolvos, óculos ciegos, barandas
y hornacinas, sin cambiar de material en ningún caso.
Las aberturas contienen carpinterías de madera pintada y vidrio
repartido, con dos hojas de abrir, en su mayoría con arco rebajado y algunas
adinteladas.
Es posible suponer que la imagen que nos muestra este edificio sea
el resultado de la formación castrense de Jordán Wysocki, sumada a su vasta
experiencia en la construcción de infraestructura para los ferrocarriles.